
Al ejercitarte, estás forzando tu cuerpo; bueno esto es algo que obviamente ya conoces. El entrenamiento físico durante años ha sido una disciplina diaria para mantener el cuerpo sano, lleno de vitalidad y mucho más resistente, pero no todo es tan sencillo porque de cierta manera estás poniendo también tu cuerpo en riesgo de sufrir alguna lesión lo que no es muy agradable. Cada deporte requiere de cierto rendimiento y esfuerzo físico, el cual se mide en horas de entrenamiento si eres una persona que lo hace diariamente sabrás que no siempre estas predispuesto a eso.
Tu cuerpo es una máquina la cuál está unida por circuitos (articulaciones) las cuales te permiten moverte, correr, levantarte. Las articulaciones básicamente son las que te permiten hacer un movimiento, pero no siempre van a estar en las mejores condiciones, debido al desgate que sufren al hacer un mal movimiento, correr en exceso, desarrollar actividades de alto nivel... Todo ello, a la larga puede ocasionar problemas en las articulaciones y lesiones en los huesos.
Es importante que conozcas tu cuerpo y no lo sobreesfuerces; de esta forma podrás seguir desarrollando tus actividades físicas sin ningún problema. También debes recordar mantener una alimentación sana rica en proteínas, minerales, además de alimentos ricos en vitamina K y C, los cuales son ideales para la producción de colágeno.